El Juego de las Tasas: La Opacidad del BCV y los Inconsistentes Datos del PIB Venezolano.

A finales de agosto de 2024 el BCV decidió publicar las cifras oficiales del PIB venezolano, las cuales había omitido publicar aproximadamente desde marzo de 2019. Hasta esa fecha, solo se disponía de los datos oficiales del PIB, tanto en nivel como en tasa de variación, hasta el primer trimestre de 2019. Se publicaron los datos solo de 13 trimestres, desde el segundo trimestre de 2021 hasta el segundo trimestre de 2024. ¿Qué sucedió con los datos desde el segundo trimestre de 2019 hasta el primer trimestre de 2021? ¿Qué razones hay para ocultarlos? Es imposible usar una serie de referencia tan importante si existen  7 trimestres faltantes.

La serie publicada por el BCV hasta el primer trimestre de 2019, se presentaba como calculada a precios de 1997, último periodo base del Sistema de Cuentas Nacionales del cual se tiene una metodología pública, conocida esta como PRACEM I. Aunque desde hace tiempo unos cuantos analistas (no muchos, por cierto) han venido reclamando que el BCV debería haber actualizado el Programa de Actualización de las Estimaciones Macroeconómicas, dando paso al PRACEM II, esto nunca se hizo, o al menos nunca se publicaron ni la metodología ni los cambios, por lo que, para todos los efectos prácticos, es como si no se hubiese efectuado.

No obstante, la publicación de las cifras de los 13 trimestres corridos presenta varias características que tienden un manto de incertidumbre sobre su confiabilidad. La primera y más obvia, es que el BCV decidió no publicar el nivel del PIB, tanto por actividades como por sectores institucionales, conformándose solo con publicar las estimaciones en tasa de variación porcentual. Esta mala práctica presenta varios inconvenientes, siendo los principales los siguientes:

  1. Imposibilidad de validación interna: Al omitir la presentación del PIB en nivel, se impide realizar una validación interna para verificar la consistencia de los datos.
  • Dificultad para análisis: La falta de cifras en nivel dificulta el análisis y la comprensión completa de la evolución económica, ya que no se puede apreciar la magnitud real de la actividad económica.
  • Limitación en la comparación con periodos anteriores: Solo se dispone de información relativa (tasas de variación) y no absoluta, lo que dificulta la comparación con períodos anteriores.
  • Incertidumbre sobre ponderaciones: Sin las cifras en nivel, es difícil inferir las ponderaciones del PIB por actividades, lo que genera dudas sobre la estructura económica.
  • Falta de transparencia: La omisión de los datos en nivel puede interpretarse como una falta de transparencia, especialmente si no se explica claramente la razón de esta decisión.
  • Pérdida de confianza: La falta de publicación de un dato clave como el PIB en nivel, genera desconfianza en la calidad y fiabilidad de las estadísticas oficiales.
  • Dificultad en la evaluación económica: Sin el nivel del PIB, es más difícil evaluar el tamaño real de la economía y su evolución a lo largo del tiempo. Esto dificulta la toma de decisiones por parte de empresas, inversionistas y consumidores.
  • Búsqueda de fuentes alternativas: Los inversionistas y empresarios podrían buscar fuentes privadas alternativas de información para estimar el nivel del PIB, aunque estas fuentes podrían ser menos fiables o estar disponibles con menor frecuencia y para las cuales tendrán que pagar un precio.
  • Complicación en la construcción de modelos económicos: Se complica la construcción de modelos económicos precisos, que requieren datos en niveles para calibrar las relaciones entre variables.

No solo no disponemos de la serie completa del PIB trimestral, tanto en nivel como en tasa de variación, sino que, para añadir más incertidumbre, los 13 trimestres publicados por el BCV en agosto de 2024 se reportan como medidos a precios de 2007. Es decir, el BCV nos anuncia subrepticiamente que cambio el periodo base a 2007, para lo cual, siguiendo la practica usual del BCV en otros tiempos, debieron haber actualizado el PRACEM. El problema es que dicha actualización no está disponible en ningún lado en el portal del BCV. Al parecer, el BCV presume que los agentes económicos y los analistas deben creer en la confiabilidad técnica y metodológica de esos cambios por pura fe, tal como los practicantes de la religión católica creen en la infalibilidad del Papa.  

¿Por qué se escogió como nuevo periodo base a 2007, cuando ya han transcurrido 18 años y la estructura de la economía venezolana ha cambiado significativamente desde entonces? La doctrina del BCV en cuanto a cambios en el periodo base para el sistema de cuentas nacionales esta declarada en el texto del PRACEM I: “Cuando el año base utilizado haya perdido representatividad ante modificaciones experimentadas por la economía, surge la necesidad de efectuar un cambio del mismo por otro más actualizado”.

Las estadísticas oficiales, incluido el PIB, se consideran un bien público esencial para las sociedades democráticas. No publicar las cifras del PIB en nivel deteriora este bien público, favoreciendo la proliferación de estimados privados de alcance y confiabilidad limitada y para los cuales hay que pagar un elevado precio. Las estadísticas oficiales son un bien público valioso, necesario para la toma de decisiones con base empírica y la rendición de cuentas de la gestión pública.