En el auditorio Naranja de la FACES en la Universidad Central de Venezuela (UCV) se dio inicio al Economaratón 2022 este lunes 14 de noviembre. El primero luego del confinamiento voluntario motivado al Covid-19, cuya asistencia incluyó estudiantes, economistas, invitados especiales, catedráticos y medios de comunicación para escuchar las respuestas de los economistas Daniel Cadenas y Asdrúbal Oliveros a la interrogante: ¿Es sostenible el crecimiento en Venezuela para el 2023?
Según el egresado ucevista, D. Cadenas, no tendremos tasas de dos dígitos en 2023 tras guiarse por el indicador de actividad económica publicado por el OVF. “El modelo de crecimiento está en bases que no son sostenibles, pues, se creció por un aumento del petróleo y ya alcanzó el tope. El reporte OPEP dice que hay descenso, pudiendo haber una recuperación importante en términos de refinación. Los salarios en términos reales están bajos mientras crece la inflación, no hay crédito tampoco, algo que pudiera darle más crecimiento económico coyuntural.”
Cadenas agregó que el crecimiento sin crédito no existe. “Podemos pensar que tasas de dos dígitos son sostenibles en el tiempo. Es un milagro que hayan esas tasas en un país donde no hay crédito, depreciación y sin recuperación de los servicios públicos.” Igualmente, el economista cree que se debe pensar a largo plazo considerando generaciones, no solo trimestral. Desde el enfoque estructural entre 1961 y 2012 el crecimiento fue de 2,4% por lo que se cree que somos un país con un problema de crecimiento volátil. Con problemas estructurales para crecer, Venezuela era calificada como un desastre de crecimiento empeorando porque nos hemos desindustrializado. <Para crecer tienes que acumular capital y trabajo. La población Venezolana decreció. Afuera está casi el 25% de la población>
“Para reponer el equipo productivo necesitas crédito. Desde lo institucional, el índice del banco mundial sobre corrupción mide la calidad institucional. La capacidad del Estado a través de las autoridades en Venezuela muestra un índice negativo”.
En el mismo sentido, Asdrúbal Oliveros comentó sobre la leve recuperación del consumo por recuperación de los salarios luego de pandemia, con una economía más abierta que antes y el aumento de la dependencia de Venezuela sobre las importaciones en un 22% <la dinámica internacional tiene más impacto>
“Salimos del ciclo hiperinflacionario, ahora tenemos una inflación persistente, una economía bimonetaria, por tanto, se puede considerar un incremento de precios en dólares. Pienso que ahora con un avance profundo en la dolarización, no es tan descabellado hablar de inflación en dólares. Tenemos una serie semanal de medición el cual ha arrojado un incremento de 44% en los precios en dólares. El rubro de restaurantes y hoteles por ejemplo, ha subido sus precios en dólares en 84% este año 2022”, lamentó el economista.
De seguidas, expuso otro elemento que afecta el crecimiento económico, tal como lo es el grado de informalidad de la economía. Visto que, las empresas formales tienen obligaciones tributarias parafiscales, entre otras,… el consumidor promedio busca el precio más bajo y tiende a elegir al comerciante informal por ahorro <la formalización es un costo> Para él, en temas de crecimiento esto es limitante. Lo informal es un medio de sobrevivir y para que una economía crezca no puede basarse en lo informal aseguró.
“Una limitante de crecimiento es la política cambiaria. El gobierno quiere controlar el tipo de cambio y así controlar los precios. Es un fenómeno de apreciación real, por eso el crecimiento está focalizado. La política debe estar concentrada en darle más libertad a la dolarización. Provoca desequilibrio y no se ven resultados. Pasamos de medio millón de inflación a 150% anual. ¿Cuánto más puede bajar?”.
“Se ve un número alto de crecimiento en 2022, pero el crecimiento es desigual desde la perspectiva social en un 70% aproximadamente. Venezuela necesita cambios institucionales más profundos para avanzar. Ningún país está condenado al éxito o fracaso, la capacidad de crecimiento depende de muchas variables y lleva tiempo poder recuperar lo perdido sin vender realidades falsas. Mientras concluye A. Oliveros aseveró que, “los cambios institucionales siendo rápidos, llevan tiempo. Creciendo a 9%, a tasa implícita, para volver a la economía del año 2013 tardaríamos 18 años. Crecer a 3.2% tardaría 48 años. Después de la destrucción no es poca cosa su reconstrucción ni los daños, en corto plazo se recuperan sectores y economía crece lentamente, en largo hace falta mucho más”.